sábado, noviembre 01, 2008

Historia y Tradiciones del Dia de Todos los Santos
El Día de Todos Los Santos es una solemnidad cristiana instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles.
En los países de tradición católica, se celebra el 1 de noviembre; mientras que en la Iglesia Ortodoxa se celebra el primer domingo después de Pentecostés; aunque también la celebran las Iglesias Anglicana y Luterana. En ella se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico. Por tradición es un día feriado no laborable.
La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Muertos o Día de los Fieles Difuntos, es una celebración cristiana que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
En la Iglesia Católica, para esta celebración se recita el Oficio de Difuntos y las Misas son de Réquiem, excepto cuando el 2 de noviembre cae en domingo, pues no se puede celebrar misa de exequias o de difuntos en domingo, razón por la que los cristianos orientales celebran esta fiesta en sábado, aunque puede pasarse al 3 de noviembre.
La práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua. El libro 2° de los Macabeos en el Antiguo Testamento dice:
"Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados" (2Mac. 12, 46);
y siguiendo esta tradición, en los primeros días de la Cristiandad se escribían los nombres de los hermanos que habían partido en la díptica, que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de libro, en las que la Iglesia primitiva acostumbraba a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los muertos por quienes se había de orar.
La tradición de asistir al cementerio para rezar por las almas de quienes ya abandonaron este mundo, está acompañada de un profundo sentimiento de devoción, donde se tiene la convicción de que el ser querido que se marchó pasará a una mejor vida, etc., sin ningún tipo de dolencia, como sucede con los seres terrenales.
En las zonas andinas de sudamérica, especialmente en Ecuador, Perú y Bolivia, la costumbre es preparar e intercambiar entre familiares y amigos las guaguas de pan para consumir con la chicha morada que en algunas áreas rurales son también ofrendas principales en los cementerios.
1 y 2 de Noviembre
En estos días, dedicados a la memoria de los difuntos, las personas suelen acudir a misa y al cementerio, llevando flores en las localidades costeñas y alimentos para compartir simbólicamente con "las ánimas" en la sierra.
La veneración a los muertos fue una práctica muy difundida y respetada en nuestra antigüedad prehispánica y parte de esa tradición, combinada con elementos cristianos, se sigue manteniendo actualmente.
En la localidad de La Arena, en Piura, los pobladores asisten por la mañana a la Plaza Mayor llevando a sus niños con sus mejores ropas. Acuden también los familiares que perdieron algún hijo o sobrino en edad infantil, quienes al encontrar algún niño parecido al difunto le hacen obsequios de panecillos, camotillos, cocadas y otros dulces típicos en bolsas pequeñas, finamente decoradas, a las que llaman "angelitos".
En la noche, los familiares hacen una vigilia en el cementerio, que para la ocasión iluminan con velas hasta la madrugada del día 2.
En Arequipa y Junín las bolsitas de "angelitos" son reemplazadas por panes en forma de bebés llamados t'anta wawas.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal