Poemario Lago de Cristal se presenta el 12 de Diciembre en la UNP
El Instituto de Cultura de la Universidad Nacional de Piura y la Municipalidad de Frías presentarán el Libro "LAGO DE CRISTAL" de la Lic. Fabiola Elizabeth Carrasco Rivera, el 12 de diciembre, a las 7:00 p.m., en el Salón Cultural de la UNP ubicado en la Esq. Tacna - Apurímac de nuestra ciudad.
El Programa del Libro se iniciará con las Palabras de Bienvenida a cargo del Ing. Reynaldo Arellano Seminario, Director del Instituto de Cultura. Semblanza de la Autora a cargo de la Lic. María Vásquez Vélez, Presentación del Libro. Palabras de la autora. Palabras del Alcalde Distrital de Frías Sr. Manuel Elera García.
Fabiola Elizabeth Carrasco Rivera nació el 2 de septiembre de 1976 en Frías, Ayabaca tierra donde se venera a San Andrés. Sus padres son Rodrigo Carrasco Aguilar, ex alcalde de la Municipalidad de Frías y Gloria Esther Rivera de Carrasco. Es la tercera de cinco hermanos: Rosario, Adelina, Kely y Frank.
Según confiesa desde pequeña mostró una profunda sensibilidad por el arte y la belleza. Estudió su educación inicial en el CEI 108 de Frías. En el I.E. 14325 educación primaria. Mientras que la secundaria la estudió en el colegio Túpac Amaru de su tierra natal.
Ha realizado estudios en la Facultad de Ciencias Sociales y Educación en la Universidad Nacional de Piura donde ha obtenido el título de Licenciada en educación. Ha incursionado en el duro camino de hacer empresa con éxito.
El Ing. Reynaldo Emilio Arellano Seminario, Director del Instituto de Cultura UNP, invita a la comunidad piurana a este evento, siendo el ingreso libre.
Poemas
LO NUESTRO
Lo nuestro es amor, la inasible calma
fuente de agua que sacia la sed inesperada
despertando sueños, esperanzas,
vistiendo jardines de blancas azucenas
y el fondo del cielo de estrellas y luceros.
Impetuoso amor que me ha devuelto la fe,
las ganas de volar sin temores, sin miedos
cruzando el esplendor del tiempo.
A tu lado conocí la libertad,
contigo sanó mi alma
y aprendí a volar.
INOLVIDABLE AMOR
Para mi hijo.
Eres el anhelo más preciado de mi juventud,
un sueño despierto surcando el cielo,
eterno reguero que va alimentando
el jardín de mis versos.
Soy feliz en tu mundo
colmado de colores, fantasías,
feliz cuando tu sonrisa despierta mis días,
dibujando en mi vida ternura y caricias.
Inolvidable amor, que me regalas,
sentimientos puros, inocentes,
arrancas de mi corazón un ¡te quiero!
y el dulce recuerdo de tu nacimiento.
¡Quisiera ser eterna!
para cabalgar juntos, tus mañanas, tus estrellas
regalarte mis alas, mi corazón
y acompañarte la vida entera.
Perdóname si quiebro mi voz,
si aún hay huellas de dolor en mi interior
si alguna vez tu inocente corazón
una lágrima derramó.
Inolvidable amor, nunca olvides
que eres el latir de mi corazón,
mi oxigeno vital, mi respiración
y el tenerte es una bendición de Dios.
MADRIGAL DE UNA ALONDRA
Ávido de amor latía el corazón de una alondra
envuelto en el manto negro que al morir el sol
sollozando reclamaba los áureos,
colores del albor para sentirse libre.
Hastiada de la existencia sin sabor
adormecida, vacía, sus pupilas humedecía
recordando insomnes noches del calor de un nido
que entre ramas le abrigaba, le protegía.
¿Dónde estás amor? cantaba una tarde sombría
contemplando el madrigal
que con ternura le regaló un día,
cayendo de sus ojos la última lágrima fría.
Alondra, alas extendidas, emigras
buscando en el verdor de los bosques,
el nido que en inviernos, primaveras, otoños
despertó alegrías, sueños, sonrisas,
y que entre cálidas ramas te abrigaba,
y absorto te protegía.
CABALGO HERIDA EN EL SILENCIO
Cabalgo herida en el silencio de la noche,
con espinas clavadas y los sueños rotos
que dejaste en la algarabía de una mañana gris.
Un camino de amargura me regalaste
una página vacía sin inspiración.
Solo en el eco de mi voz escucho llanto
por la huella de desolación
que impregnaste en mi corazón.
Como olvidar que crecí en tu tierra fértil
que saciaste mi sed con tu lago de cristal
que en tus brazos fui una tierna enredadera
y una llama de fuego a la hora de amar.
Como despertar y comprender que ya no estás
que en mi cielo las estrellas, no encenderás
que en mi mar ya no te veré navegar
que tus alas crecieron para emigrar
que no podré contemplar más, la luz de tu mirar.
Quisiera hacer remar el tiempo
hasta encontrar olvido y no recordar
que en tus manos deposité una estrella,
que por ti mis ojos desprendieron color primaveral
que te arranqué un ¡Te quiero!
amándonos en la oscuridad, en las orillas del mar
que fuiste mi leal compañero, mi refugio, mi paz.
Hoy tus ojos llenos de arena
no te dejan contemplar
que esta gaviota blanca
con sus alas rotas de tu playa se va.
Y que al ver la claridad, desnudar el ayer
te darás cuenta que ya no habita
quién con ternura curó tus heridas
te regaló un beso, una poesía
y te entregó toda su vida.
Entonces abrirás el cofre de tus recuerdos,
el árbol de tus pensamientos deshojarás
porque solo ahí encontrarás mi amor.
Un reclamo de tu corazón escucharás,
con mis versos te acompañarás
y el recuerdo de mis locuras,
mis caricias extrañarás.
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