martes, junio 24, 2008

A propósito del Día del Campesino
Por Edgardo Carrasco; Hoy en el Perú, se conmemora el Día del Campesino. Permitan hacer algunas reflexiones desde un punto de vista de mis vivencias mas no cómo conocedor especialista del tema. Nací en el ceno de una familia campesina en la ex hacienda de Morropón y Franco; desde niño y adolescente hube de comprobar lo duro que es para una familia rural mantenerse en pie para mantener a sus miembros sorteando una serie de dificultades, que van desde las angustias económicas, y los abusos de quienes dirigen o administran ese recurso tan preciado en esa zona: el agua. Hasta hoy mantengo la posición que esa pequeña agricultura solo sirve de entretenimiento para los hermanos campesinos. Digo entretenimiento simplemente por que el agricultor en lo poco que tiene no puede hacer otra cosa que no sea sembrar maíz, que no le trae a la larga ningún beneficio solo pérdidas. Por ejemplo para sembrar maíz el agricultor espera cinco meses para cosechar, en el camino para obtener una buena producción ha de emplear abonos y pesticidas para combatir las plagas existentes. Este empleo tiempo y dinero que sabe Dios como lo consiguió-talvéz el hijo(a) que trabaja en la capital le ayudó, porque los créditos estatales desaparecieron en 1990, al asumir la Presidencia de la República, Alberto Fujimori. Decía que el agricultor al sacar el balance después de cosechar el producto más tradicional (maíz) resulta que como todos los años anteriores ha perdido, ahora cómo comerá él y su familia el resto del año. Es lamentable ver cómo la extrema probreza en estos sectores excluidos por el Estado avanza a pasos agigantados, sin nadie diga esta boca es mía- solo funciona en campaña electoral. Hoy ha quedado demostrado que el 95 por ciento de los agricultores en el país, posee menos de cinco hectáreas, y a estos hermanos si hay que considerarlos agricultores que cada día luchan por sobrevivir- que cada día es un reto más para defender lo único que les queda-la tierra, no como aquellos que posees grandes latifundios, que gozan de las prerrogativas del Gobierno, y facilidades al acceso crediticio. Entonces es necesario que el Gobierno apueste por esta pequeña agricultura porque es ahí donde se genera pequeño pero digno trabajo, Es aquí dónde el campesino siente que puede superar los problemas que lo aquejan siempre que se le extienda el apoyo incondicional y verdadero. Hasta ahora son cientos los agricultores del Alto Piura, que reclaman al Programa Pima, les pague el algodón que se les debe, por otro lado también son cientos de agricultores del mismo valle que aparecen en el Programa Pima, como deudores de sumas altas, habiendo oportunamente pagado. Porqué malos funcionarios del bendito programa se aprovecharon de los humildes campesinos en inventar por ejemplo productos insecticidas que nunca llegó a sus manos. "Este es un simple ejemplo-hay cosas peores" Quienes hemos tenido la oportunidad de viajar a otros países de sudamerica nos hemos dado cuenta que la realidad del agricultor es distinta. El Estado lo protege, le ayuda y lo tecnifica, para que tenga productos de óptima calidad. Lo protege de la competencia desleal de los productos importados, de manera tal que éste obtenga sus beneficios. Si el Gobierno hiciera esto con la pequeña agricultura en el Perú, ésta tuviera otros resultados. La probreza ha de disminuir. No se puede decir que la probreza en estos sectores va en franco retroceso cuando la realidad es otra. La probreza no baja en índices simplemente porque se le regala un plato de frejoles a las familias campesinas, se necesita de mucho más que consista en un apoyo sincero y viable. Finalmente confiamos que la situación económica de las familias de agricultores mejore progresivamente con planes de desarrollo que el Gobierno del doctor Alán García, viene implantando - ojalá señores.

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